Capítulo 6

Arabella

Ya han pasado tres días desde el percance que tuve en el hospital con el rubio. Tengo 48h sin dormir ya que tuve que hacer doble turno por un paciente que no se ha visto bien desde que lo tengo en observación.

Mi mejor amiga Chiara Bolat me escribió esta mañana para irnos de juerga, ella es algo alocada, carismática, inteligente, rebelde, astuta, preciosa y un corazón de oro. A diferencia de ella es que yo no ando "buscando un príncipe azul", ella cree que todo es color de rosas.

Esas cosas son mitos del amor, yo ya tuve una experiencia para nada bonita cuando quise abrirle rienda suelta al 《amor》. Richard Méndez fue mi primer amor, yo estaba loca por ese hombre, me desvivía por él, le entregué mi virginidad ¿y cómo me pagó él?.

Todo era una m*****a apuesta, como yo era la única chica que no le prestaba atención a cualquier cosa en la preparatoria; hicieron una apuesta a ver quién me podía conquistar, enamorar y quitar la virginidad. Pues el premio a mejor gilipollas se lo ha llevado nada más y nada menos que Richard Méndez.

Lo odio y aborrezco con todo mi ser, desde ahí decidí que yo Arabella Duarte iba a utilizar a cualquier hombre a mi antojo; engatusar, llevarlo hasta la locura y luego desecharlo.

Mis mejores amigos dicen que hago eso por despecho o trauma, yo lo veo como una manera de que nada ni nadie me pueda lastimar. Prefiero hacer un poco de daño emocional, que depender de un hombre física, mental y sentimentalmente.

Estiro un poco el cuello cansada, se que ir de juerga luego de no dormir 48h es una locura pero necesito divertirme y que mejor que con la loca de mi mejor amiga.

Me encamino a la cafetería del hospital para descansar un poco la mente. En menos de diez minutos estoy sentada en una de las mesas de la cafetería esperando mi café con leche.

— ¿Me puedo sentar contigo? — me pregunta el rubio que conocí en el ascensor — claro sino es mucha molestia.

Me lo quedo viendo por unos segundos, pensando si aceptar o rechazar su propuesta, pero ya que estoy algo cansada un poco de conversación no me haría daño.

— Siéntate, total la cafetería es libre — me encojo de hombros

— Pero en este momento usted es la que se ubica en esta mesa — dice con obviedad.

— Bueno deja ya los rodeos, te sientas ¿si o no? — secundo

— Pero que agresividad joder — se ríe— si ya tranquila ya me siento — retira la silla y hace lo que dice.

— ¿Qué querías o mejor dicho que quieres? — pregunto sin rodeos

— Así me gustan, directo al grano mi alma — dice con ese acento español — bueno quiero conocerte más, desde que ese día te vi entrando en el cubículo del elevador, me has dejado flechado.

— Definitivamente vuelvo y repito, que con tu labia barata hago un poemario y me hago famosa a costa tuya — digo divertida.

— Por mí puedes utilizar todo lo que venga de mí — sonríe — coches, joyas, viajes, ropa de marca y.... — Se me queda viendo fijamente — noches llenas de pura pasión y lujuria.

Me lo quedo viendo con una ceja enarcada.

¿Y este capullo qué se cree que es para hablarme como si fuera una cagna?》.

Me imagino que ya terminaste tu discurso tan patético — Lo miro seria — En primer lugar soy una mujer de alto nivel para estar mendigando limosnas por ti, vengo de unas de las familias más adineradas de toda Italia maledetto idiota y segundo yo no soy la p**a de nadie sfortunato.

Me levanto de la silla para salir de ahí, pero soy frenada por un comentario suyo.

— Serás mía Arabella Duarte, que cuando ya te tenga en mis brazos no habrá vuelta atrás — me dice con una mirada atemorizante.

— Perderai il tuo tempo a provare dannato.

— ¿Con qué tenéis que amenazar a una mujer para poder estar entre sus piernas? que pena me das — dice una voz masculina conocida.

Me volteo para ver de quién se trata y es Akem Ivanov con una cara de pocos amigos.

—》Te vuelvo a ver cerca de mi chica y eres hombre muerto — argumenta con seriedad.

— ¿Ella es tú novia? — Lo reta

Cuando iba a responder Akem se me adelantó.

— Si es mi novia, para todo el maldito mundo — me agarra de la cintura — pobre de ti Santi si te atreves a desafiarme.

— No creo que sea tú chica — dice burlón.

Sin esperarmelo Akem me agarra con fuerza y planta sus labios sobre los míos, me quedo estática por un momento, pero luego correspondo al beso con pasión. Adentra su lengua en mi boca y empieza una guerra para ver quien controla el beso.

No sé si pasaron segundos, minutos u horas, pero cuando nos separamos siento que mi cuerpo se estremeció ante su contacto.

— ¿Ya te quedó claro? — Lo enfrenta Akem.

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Traducción:

Cagna: Perra

Maledetto idiota: Maldito imbécil

Sfortunato: Desgraciado

Perderai il tuo tempo a provare dannato: Perderás tu tiempo maldito.

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