Akem
— ¿Daddy? — elevo la voz, me sorprende mi propia reacción, pero no me gusta que le diga así.
— Sí, mi daddy — lo reitera ella — así le digo de cariño, ¿A poco no papi?
— Ss.. si mi niña — dice apenado — bueno volviendo al tema, ¿tú crees que por ser directora, dejarías tus obligaciones? Pues estás muy mal jovencita.
— Señorita Duarte — la miro fijamente — usted seguiría como hasta ahora, la diferencia sería que tendría que ir a congresos nacionales e internacionales para representar el hospital; es mas hasta yo la podría acompañar — sonrío
Me queda viendo por un momento, analizando mi propuesta.
— O te acompaño yo mi niña — contraataca Ivan — con tal de que tu te sienta