Capítulo 82: Una aceptación.
Thalía Kontos
La enfermera que había llevado a los guardias palideció e intento defender su postura frente a Zachary mientras la otra lo revisaba.
—Pero señor, el doctor ha ordenado que la señora se retire de la habitación, no puede quedarse aquí—objetó la mujer.
—Entonces, llame al médico… y dígale que a mi mujer… nadie la quita de mi lado —pronunció con firmeza.
—Déjenla estar, no la saquen —ordenó la otra enfermera, mirando a Zachary—. ¡Esto es un milagro!
Con esa exclamación salió corriendo a buscar el médico, mientras que la otra salía asustada por la actitud de Zachary.
Entretanto, él me miró con una sonrisa y una expresión de adoración en su mirada.
—Yo no soy… mentiroso —pronunció con firmeza, aunque con voz débil.
Yo me aferré a su mano con ternura y asombro, sintiendo una mezcla de esperanza y sorpresa ante su súbita reacción.
—Ahora no lo eres… porque has despertado… ¿Estás bien? —pregunté, apenas conteniendo el alivio y la emoción.
Él asintió levemente, con un destello