Capítulo 319: Vida juntos.
Bárbara Summers
Dos semanas después.
La brisa salina jugueteó con los mechones de mi pelo cuando salí del coche y mis ojos se iluminaron al ver la casa de la playa encalada con el mar turquesa como telón de fondo.
Lawson, sonrió enigmático, como un niño y con un brillo en los ojos, se inclinó hacia mí y me susurró con voz ronca:
—¿Estás lista para la aventura y sorpresas? —preguntó.
—Siempre —respondí igualando su entusiasmo con mi propia energía vibrante.
En ese momento, llegaron las otras mujeres Hall, y me llevaron a una habitación donde la alegría bullía con las risas y el parloteo de todas en esta supuesta excursión familiar.
Todas me rodearon como un grupo de hadas estilistas, ansiosas por hacer su magia en mí.
—Te vamos a dejar estupenda —dijo Sarah. Me arrullaban, con codazos juguetones y guiños intercambiados por encima de su cabeza.
—Todas debemos estar lindas para nuestros esposos y novios—, añadió Georgina, provocando un coro de risitas.
Las manos y los pinceles revol