Alexa Castro
Alexa necesita ocupar su mente en otras cosas que no sea su esposo, por lo que apenas se levanta entra al gimnasio de la mansión para drenar algo del estrés que él está causando
Pero precisamente cuando está haciendo sentadillas, entra Armando y la observa sin disimulo.
— ¿Se te perdió una igual?— Bromea poniéndose de pie, dando finalizado el entrenamiento, se siente incomoda con la mirada de el
—Creo que no la he perdido. — Responde sin apartar la mirada, la tensión sexual es algo palpable, ella no encuentra donde meterse, la presencia de el es demasiado poderosa
Así ella lo niegue el ambiente cambia cuando ellos están en un mismo espacio.
— ¿No viniste a ejercitarte?— Pregunta y el sonríe, acercándose a ella, por instinto ella da un paso atrás.
— ¿Me tienes miedo?—Pregunta desafiándola, la conoce muy bien y antes esto funcionaba, la antigua Alexa se habría quedado a demostrar su valentía...
Esta Alexa más sabia piensa “Es mejor decir aquí corrió, que aquí murió