A la velocidad de un rayo, el joven w impaciente CEO, llamó a su asistente para que consiguiera al chef de uno de los mejores restaurantes españoles que había en la ciudad, debían llevarle el platillo a su mujer para casi de inmediato
— Dago, necesito que te pongas en algo de inmediato
— Joder Lucien, son las tres de la mañana, ¿que puede ser tan importante que no pueda esperar a que amanezca? soy tu mano derecha pero salgo a las ocho de la noche y no hago horas extras
— ¡Esto es de vida o muerte, Milán tiene antojo de una paella de mariscos, consíguete al mejor chef y tráeme el platillo pero de prisa! yo voy a tratar de mientras tanto calmar a mi mujer
— Lucien, ¿por qué tengo que ser yo el que se ocupe de los antojos de tu mujer? ¡el padre del bebé eres tú, o en ese caso lo voy a registrar a mi nombre!
— Primero muerto que darte a mi bebé, vé y encárgate de todo, te espero aquí en... media hora
Dago, salió de la cama todo adormilado, se tropezó con una de sus pantuflas y cayó en l