Por la mañana después de tomar el desayuno, Angelina se arreglaba para ir a visitar a su esposo, quería contarle algo que le había sucedido, solo esperaba que si la podía escuchar no se molestará tanto
La elegante señora Black, llegó a la pulcra habitación dónde Lucien Black, se encontraba dormido desde hacía diez años
— Buenos días, querido, ¿cómo has amanecido hoy? tan apuesto como siempre ¿cierto? aaahh... cariño, me haces tanta falta, yo... hay algo que te quiero decir, quiero contarte lo que ha estado pasando de unos años a la fecha
Alejandro Maldonado, reapareció en mi vida de pronto otra vez, hemos coincidido en reuniones y siempre es muy amable y muy simpático conmigo, me escucha atentamente, se preocupa por saber cuáles son mis gustos, mi comida favorita, mis flores favoritas, todo de mí
El dice que entiende que te ame pero que si no despiertas mi vida la habré tirado a la basura, que no he vivido en los últimos años y que tengo derecho de amar y ser amada, que tú no vas a mo