Cap. 90: Esta noche
Cap. 90: Esta noche
—No Ritter, no puedes ser tan mal hermano, ¿Cómo es posible que quieras llevarlo a las clínicas cuando aún sus heridas no han cicatrizado del todo.
Derek cerró su rostro. Sus ojos juntaron sus parpados y gruñó:
—Madre, estoy bien. Y no es Ritter quien me lleva, soy yo quien quiere comenzar a hacer consultas y seguir con mi vida. ¿Lo puedes entender?
Ritter no opinó nada. Pero estaba tan complacido con aquella reacción de Derek que casi lo admira…
—Ritter, has algo.
Ritter se volvió a verla y sólo dijo:
—Yo tengo no tengo nada que ver con su decisión.
Derek presionó un botín en su práctica silla y salió disparado al garaje. El chofer y los dos guardaespaldas lo ayudaron a subir a la amplía camioneta que había mandado a preparar su padre, Zav y se la había regalado, una van equipada como la de él.
Aquél día, Derek entró en la junta de socios con su frente en alto, su traje todo en beige y una camisa en oliva le daban un toque tan elegante y señorial que muchos