Cap. 65: Estoy aquí
—¿A que me refiero? Me refiero a que no estás bien, a que me ocultas algo y yo quiero que me digas ahora mismo que es lo que te pasa, María. Y es ya que me lo debes decir.
María bajo su cabeza y al subirla sus ojos estaban aguados, se volvió y se encontró con los rostro rozagante y risueños de sus dos nietos que en una reacción inexplicable ambos le estiraron los bracitos y le mostraron los cuatro dientitos con sus risas sonoras, ella les tomó a ambos sus manitas.
—Mira Lara, ya me extrañan, mira que quieren que los tenga conmigo aquí —la se volvió a ver a sus hijos y luego al ver a su madre se sorprendió notar los lagrimones que caían por las mejillas de ella.
—Estás toda susceptible, mamá. Cada vez que digo algo lloras o enrojeces los ojos y luego desapareces para que yo no te vea llorar, pero mira, allí viene Egmont, los dejamos en la casa y luego me acompañas a tomarnos un café. ¿Te parece?
María asintió. Egmont al subir le dio una carpeta a su mamá y esta