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Ya era fin de semana, el día que Manuel vendría a mi casa de forma oficial.

¡Por fin ha llegado¡, uff. ¡estoy muy nerviosa¡.

Papá como de costumbre está trabajando en el negocio, en cuanto a mamá, ella decidió preparar una deliciosa cena, con sus especialidades culinarias.

Bueno yo intento ayudarla, ¡casi no sé cocina ¡

Eso siempre le preocupo a mi madre, que no me gustará cocinar era un problema según ella, era algo primordial siempre me dice; ¡cocinar para alguien, es la mayor muestra de amor ¡pero tampoco podés cocinar para cualquiera, sólo para la persona correcta o especial.

Eso era algo que toda mujer debería saber y así continuaba con sus enseñanzas.

¡como si fuera que, ya voy a casarme ¡tan solo era la primera visita oficial, ya me imagino ¡cómo será cuando le diga, que voy a casarme. Uff.

Antes de la hora, tuve un tiempo para arreglarme.

_ No quiero parecer exagerada, pero tampoco muy sencilla.