Era evidente que Patricia estaba genuinamente feliz de que su padre hubiera sido golpeado.
Fabiola preguntó: —¿Qué pasó?
Probablemente Patricia ya se había ido a dormir, así que no respondió al mensaje.
Fabiola volvió a la conversación con Penélope, quien tampoco había respondido.
Después de pensar un poco, decidió enviarle un mensaje de voz: —¿Alguna noticia?
Penélope respondió de inmediato.
—Todavía no he encontrado nada, espera un poco más, dile a tu amiga que no se preocupe, definitivamente lo encontraré.
Fabiola solo pudo armarse de paciencia y seguir esperando.
Después de arreglarse, Fabiola se dirigió a la compañía.
Llegó temprano y había pocas personas en el ascensor.
Fabiola presionó el botón de su piso, justo cuando estaba a punto de cerrar las puertas, una voz dijo: —¡Espera!
Fabiola detuvo su mano, esperando a que la persona entrara antes de continuar: —¿A qué piso?
—Hermana, finalmente apareciste, pensé que habías abandonado la compañía —dijo la persona que acababa de entr