Capítulo 30.
Rowan.
Tuve que reprimir el instinto que me decía que me encargara de toda la situación mientras mi pareja descansaba. Ella había sido herida y, además de todo, se acababa de recuperar por tener a nuestra hija.
A pesar de que vi cómo sus heridas se curaban ante mis ojos, seguía preocupado.
¿Qué clase de mounstruo era para alejarme sin mirar atrás?
Pues la clase que quería que ella fuera feliz. Y si su felicidad se hallaba en ser una Beta y comenzar a dar órdenes en su nuevo territorio, yo daría un paso a un costado y la observaría desde las sombras.
Aunque eso me matara.
Ya había demostrado que me pediría ayuda si la necesitaba, así que sabía en dónde podría encontrarme.
La vida como soltero era mucho más fácil, pensé cínicamente.
Llegué al final del túnel oscuro y me transformé cuando me encontré con una barrera que me impedía seguir. Esto era bastante estrecho para mi metro ochenta y ocho, me sentía un poco claustrofóbico en este túnel en donde no podría ni levantar mi cabeza