“Su fuente se rompió por completo”.
“No tenemos otra opción. Tenemos que salvar al bebé. Avísale al señor Wright”.
En el fondo de su mente, Gabriela podía oír la conmoción a su alrededor, pero no podía comprender nada por completo. Sus ojos intentaron abrirse, queriendo entender lo que estaba pasando.
En su mente, llamó a su hombre: ‘Kyle’.
Podía sentir que la transportaban a otra parte y que la gente a su alrededor corría.
Quería mover las manos, pero sentía que no podía. No supo qué pasó después, pero se encontró completamente adormecida. Justo antes de volver a caer totalmente inconsciente, gritó el nombre de su hijo: “Kenneth”.
Kenneth Lee Wright era el nombre que habían acordado darle a su hijo. En su corazón, esperaba que él saliera sano y salvo de la lucha que ella estaba enfrentando.
***
Pasaron dos días.
Gabriela sintió una punzada en la cabeza, y se llevó las manos al lado de la misma. Se dio cuenta de que tenía la cabeza vendada.
Su visión era borrosa. Se sintió dé