Dorian salió de la oficina más temprano aquel día, sin dar muchas explicaciones.
Fue directo al centro comercial, caminando con pasos decididos, como si estuviera a punto de firmar un contrato importante… aunque, en el fondo, sabía que estaba haciendo algo completamente fuera de su rutina racional.
Se detuvo frente a la tienda de electrónicos y observó la vitrina llena de celulares de última generación, brillando bajo luces estratégicamente colocadas.
— Esto es ridículo — murmuró para sí, cruzando los brazos.
Se sentía como un adolescente intentando impresionar a la chica que le gusta con un regalo caro.
Y peor: un adolescente que ni siquiera sabía si estaba siendo correspondido.
Aun así, entró.
Mientras el vendedor le explicaba las características técnicas de los modelos, Dorian simplemente señaló uno.
— Ese. Con funda resistente. Y protector de pantalla.
— ¿Quiere activar el plan también?
— Quiero activar lo que sea necesario para que ella nunca más caiga en la trampa de ese loco qu