Abro los ojos lentamente, me lastima mucho la luz. Respiro hondo y tomo fuerzas para poder hablar, la verdad es que tengo la boca seca.
-Barry- mi niño está sentado en un sillón tomando una siesta- Barry- llamo entusiasmada, saber que él está aquí me pone de muy buen humor.
-Kelly, despertaste- que observador.
-Hola Barry- con todo el valor del mundo pregunto -¿qué le pasó al bébé? -no recuerdo nada de lo que pasó, los doctores me aseguraron que todo iba bien hasta que sin más me dormí.
-¿No recuerdas nada?
-Barry por favor dime si mi bebé está bien- suplico.
-Quiero que estes tranquila, el bebé está bien, es un niño- dice sonriente, no recuerdo cuantas veces deseé que fuera niño y estoy tan feliz de que así sea. Los ojos me arden, quiero llorar y como es costumbre no me detengo, lloro desconsoladamente, sentí que jamás iba a despertar, sentí que dejaba a mis hijas y a Barry, sentí que mi bebé no viviría.
-Pensé que iba a m