“¡Te atreves a alabar a otro hombre delante de mí!”. Crimmings tenía una mirada irritante.
¡En especial a Jin Fengchen!
“Me preocupa que estés subestimando a tu oponente, así que te lo estoy recordando”.
“No me importa, estás alabando a otras personas. Debo castigarte”.
Después de decir eso, bajó la cabeza y le besó el cuello.
“¡No, me hace cosquillas!”. Su Qingyin se rio intentando de apartarlo.
Sin embargo, no lo hizo con fuerza. A los ojos de Crimming, esto era una negativa falsa.
Agarrándola por la cintura, la tiró a la cama y de repente estaba encima de ella.
“Debo castigarte hoy hasta que no puedas salir de la cama, y ya veremos si la próxima vez todavía te atreves a alabar a otro hombre”.
Su Qingyin puso ambas manos en su pecho y suplicó: “Admito mi culpa, no lo volveré a hacer”.
“¡Ya es muy tarde!”. Crimmings volvió a picarle el cuello.
Su Qingyin lo sujetó por el cuello y dejó que hiciera lo que quisiera con ella. Sus labios se curvaron lentamente, una mi