Al terminar de desayunar, levanto los trastes junto con Aurora, su hermano se dedica a guardar algunas cosas en la nevera y sus padres salen al jardín, la señora Daniela lo abraza y le dice cosas que lo hacen asentir de vez en cuando y sonreírle con amor en otras. Se dan un beso cargado de amor y luego siguen caminando de la mano.
Le quito la tarea de lavar los platos a mi chica, necesito algo que me distraiga. Pero ni siquiera esta tarea terapéutica lo consigue. De pronto, unos toquecitos de Aurora en mi brazo me hacen aterrizar.
-Amor, ¿estás bien? – me pregunta preocupada -. Porque puedo entender… podría entender si quieres terminar… - veo sus ojos llenos de lágrimas -.
-¡No!, Aurora, por favor – le digo con frustración -. Yo no quiero terminar, te amo, es más…
Me seco las manos y salgo con dirección al jardín, voy a buscar a mis s