Me encuentro acostada mientras contemplo al hermoso jumbo, pero siempre tuve la certeza de que él estaba muy preocupado por mí, sé que lo ignoré y lo hice sentir como una plasta de excremento, pero en realidad no quería ver a nadie, aunque me estaba muriendo por hablar con él, por mirar sus hermosos ojos los cuales reflejan un oscuro pasado. Quisiera entrar en su mundo y ayudarle a salir de esa oscuridad que lo atosiga, pero no soy nadie como para hacer efecto en un hombre tan dominante como lo es él.
Me levanté de la cómoda cama y fui en busca de él, quería hablar solo un poquito, tenía esa extraña sensación de poder por lo menos dialogar con ese malévolo hombre y también agradecerle por mi nuevo perrito, el cual huele a su perfume.
Por fortuna estaba sentado en el sofá mientras veía lejos, se veía perdido en sus pensamientos y eso llamo mucho mi atención.
Me puse justo enfrente de él y lo mire por unos eternos minutos, luego el elevo su rostro y me miro. Joder.
Me está mirando fijam