— ¿Por qué estás así? —inquirí, extrañada por la actitud del agente.
—Mi bebé va a nacer —contestó con la voz temblorosa de la emoción—. Mi bebé va a nacer y yo estoy aquí.
— ¿Y qué haces aquí? Ve con tu esposa —le exigí, suponiendo que su mujer quisiera tenerlo a su lado.
—Es que... estoy nervioso y cuando estoy nervioso no pienso y no sé qué hacer —habló casi atropellando las palabras.
—Primero, relájate —tomé sus hombros—. Estás a punto de ser padre y estoy segura de que tu esposa te necesita.
—Ally va a matarme —susurró, ahora asustado—. ¡Ally va a matarme si no llego!
— ¡Respira! —lo sacudí un poco. El timbrazo del ascensor cuando abre sus puertas me hizo darme cuent