Al llegar a la oficina, Axel regresó a su trabajo junto con Alicia y todo estuvo tranquilo durante esas horas de trabajo. Al término de la jornada, Cameron se había retirado de su puesto, dejando a Alicia sola en su escritorio, guardando algunas de sus cosas en su bolso. Axel se acercó a Alicia mientras le entregaba unos documentos para que esta los archivara al siguiente día; en ese momento llegaron Laura y Esmeralda.

—Buenas noches, señor Caballero.

—Buenas noches, señoritas.

—Alicia, sí irás al club, ¿verdad?

Preguntó un poco apenada Laura por la presencia de Axel.

—Sí.

—Entonces vámonos.

Dijo Esmeralda.

—Señoritas, se cuidan.

Axel se dirigió a las tres chicas.

—Sí, señor.

Respondieron al unísono las tres chicas.

—Cuiden a mi asistente, es una buena empleada.

—Sí, señor, se la traeremos sana y salva.

Laura tomó de la mano a Alicia.

—Antes vamos al baño.

Cuando se alejaron un poco, Axel sostuvo la mano de Esmeralda. Laura, junto con Alicia, siguió su camino al baño. Esmeralda sintió