Alicia acarició el tatuaje de Axel con su dedo; lo recorría de punta a punta.

—¿Cuándo te hiciste este tatuaje?

Preguntó curiosa.

—Recuerdas que te dije que tuve 5 años prácticamente vagando, pues en uno de esos días locos…

—¿Te dolió?

—No. No duele.

Él sonrió mientras acariciaba el cabello de Alicia.

—Me imagino que viajaste a muchos lugares.

—Sí, a varios.

—Si conoces México, ¿entonces?

—Aunque no lo creas, nunca fui; mi padre era de allá, pero vino muy joven y más nunca regresó.

—¿En serio?

Alicia besó el pecho de Axel.

—Así es, ¿y tú sí lo conoces?

—Sí. Mi mamá era de allá; mis tíos viven en Querétaro. Es un lugar hermoso, aunque tiene años que no voy. Desde que me casé, ya no viajé.

Alicia quedó callada por un largo tiempo.

—Axel, cambiando de tema, ¿te puedo preguntar algo?

—Dime.

—¿Tuviste algo con Deborah?

Alicia levantó la cabeza que estaba sobre el pecho de Axel para verlo a los ojos.

Axel sonrió.

—No.

—¿Y cómo es eso de que se reunieron?

—Eso fue hace un año, me parece; ell