Al salir de la oficina, Alicia le pidió a Axel si podía llevarla a su casa para cambiarse de ropa; accedió a la petición de Alicia. Después de cambiarse con un atuendo negro, Axel y Alicia llegaron al velatorio y en la entrada de este lugar se encontraron a Celeste con un atuendo igualmente negro.—Mamá.Alicia abrazó a Celeste, y ambas comenzaron a llorar.—Hija, tranquila, hay que pensar que ya dejó de sufrir esa enfermedad, lo acabó.—Sí, mamá, aunque duele.—Lo sé, hija.Axel se acercó a Celeste, apenado por la situación que atravesaban; le hizo recordar el dolor de perder un padre.—Señora, mis condolencias, siento mucho lo de su esposo.—Muchas gracias... ¿Señor?Alicia se dio cuenta de que no lo había presentado a Celeste.—Lo siento, no los he presentado, mamá, él es el señor Caballero, es mi jefe, me trajo hasta aquí para no venir sola.— Señor Caballero, ella es mi mamá Celeste, bueno, realmente es mi suegra, es la mamá de mi espo... Mi exesposo.—Mucho gusto, señora, y sient
Abril junto con sus padres y su abuela estaban en el aeropuerto despidiéndose.—Mi amor, ¿llevas la muñeca que te traje de Miami?—Sí, mamita, me voy a portar muy bien, no te preocupes.—Está bien, amor. Te estaré llamando seguido e iré en tres meses a la visita.—Sí, mami, te amo.La maestra tomó la mano de Abril, sonrió con Alicia, que sabía que se iba en buenas manos, entraron al avión junto con los demás niños; Alicia lloró después de ver a su hija partir.—Hija, no llores, Abril estará bien, ella estaba muy contenta e ilusionada.—Lo sé, mamá, solo que será mucho tiempo sin ella, y ella no quiso que me fuera con ella; además nunca me había separado de ella.—Vamos, hija.Celeste tomó de la mano a Alicia.Gabriel se acercó a Alicia a pesar de las palabras que había dirigido ella hacia él y su novia días antes; su rostro era amable.—¿Quieres que te lleve a casa?Quiero decir, tu casa.Alicia estaba tan triste que no le importó y asintió. Se despidió de Celeste con un tierno beso sob
Alicia llegó a la oficina esa mañana más animada, saludó a Laura de la recepción; al subir a su departamento, se sentó en su escritorio y minutos después llegó Cameron, que saludó a Alicia de mala gana, cosa que ignoró Alicia.—Buenos días, señoritas.Saludó Axel.—Me da gusto verla de nuevo por aquí, señorita Torres. ¿Se siente mejor?—Sí, señor, gracias.—Me alegra, prepárese a las 10:00. Salimos a una reunión nuevamente con los de la aseguradora. En las últimas reuniones no me gustaron las condiciones del seguro; dijeron que hoy estaría listo para revisar.—Sí, señor.Axel entró a la oficina, donde estuvo largo tiempo sin llamar. Cameron archivaba unos documentos y Alicia preparaba todo para la reunión. Sin embargo, recordó que ese día vería a Luis, pero no podría almorzar con él debido a la cita con su jefe. Así que tomó su teléfono."Luis, hoy no podré almorzar contigo, tengo que acompañar al jefe a una reunión, pero nos vemos más tarde, ¿te parece?"Después de unos minutos, Luis
Alicia entró a su casa y, al encender las luces de esta, fue directamente a su habitación, donde tomó la maleta y colocó la ropa que llevaría al viaje. Guardó ropa para 4 días, aunque no sabía cuántos días estaría fuera. Se quitó la ropa y se metió a duchar. Después de un rato salió de la ducha, se colocó su pijama y se sentó en su sillón. No podía creer el día que había tenido; prácticamente había discutido con tres personas. La discusión con Gabriel no le importaba, él ya la tenía harta, pero con Luis, la lastimaba porque él era muy importante en su vida, pero se sentía realmente incómoda con la de su jefe. Era un sentimiento extraño para ella; se levantó y sacudió la cabeza, tomó el control de su televisor, lo prendió, entró a YouTube y puso la canción "Unbreakable" de Kim Hyung Joong. Cuando comenzó la música, comenzó a bailar. Era la primera vez desde hacía mucho tiempo que se sentía libre. Mientras lo hacía, recordó que a Gabriel siempre le había parecido absurda la música que a
El teléfono de la habitación sonó, despertando a Axel que se encontraba dormido. Axel despertó, se frotó los ojos y dirigió su mirada hacia el reloj que marcaba las 2:00 de la mañana. Había caído rendido después de que rechazara a Gloria en la puerta de su habitación; solo se había cambiado para terminar dormido.—¿Quién habla a esta hora?Exclamó un poco molesto.Levantó el teléfono para contestar; su voz sonaba más ronca que de costumbre.—¿Diga? ¿Quién habla?Preguntó Axel.—¿Señor Caballero? Disculpe la molestia y la hora; hablo del bar del hotel.—¿Del bar?Debido a que fue despertado de improvisto, no entendía muy bien de lo que hablaba el hombre a través del teléfono.—Sí, lo que sucede es que su asistente está aquí, y está ebria, y pues vamos a cerrar el bar, pero no quiere irse.—¿Mi asistente ebria? ¿Está seguro de que es ella? Quizás esté confundido.—Sí, señor, es ella. Es nuestra política llamar al acompañante de quien se alcoholiza, pero si gusta, puedo pedir que la lleve
Un fuerte dolor de cabeza despertó a Alicia; se sentó en la cama sosteniendo con ambas manos su cabeza. Después de unos minutos, se dirigió al baño y cepilló sus dientes, se lavó la cara y, al salir del baño, caminó para buscar su ropa y darse una ducha, pero quedó como estatua al ver a su jefe dormido en un asiento de la habitación."¿Qué hace aquí mi jefe?Se acercó a él, se inclinó cerca de su rostro que lucía tan atractivo así dormido y con un dedo lo tocó temerosa.—¿Señor?Axel abrió los ojos, vio a Alicia a unos centímetros de su rostro y recordó la sensación de aquellos besos, de esos labios que ya eran difíciles de olvidar.—¿Qué hace aquí en mi habitación?Como él imaginaba, Alicia no recordaba nada de la noche anterior. Axel suspiró, se acomodó en el asiento y sacudió su cabello con su mano.—Yo la traje, estaba muy ebria para caminar.Alicia se puso extremadamente roja por la vergüenza.—¡¿Usted me trajo, ¿cómo?! Yo...—Sí, yo la traje, ¿cómo? Pues la tuve que cargar porqu
Axel bajó de su habitación dirigiéndose hacia donde había citado a Alicia. Se sentía algo nervioso, ni siquiera sabía qué iba a decirle; lo único en concreto que tenía claro era que esa situación debía arreglarse.Al estar en el lugar, miró la fuente que estaba en el centro de ese sitio, buscó un poco con su mirada hasta que esta se detuvo al mirar y contemplar a Alicia que estaba sentada en una banca con las dos manos sobre estas. Ella admiraba las luces, las flores y todo lo que había a su alrededor y él solo podía admirarla a ella. Suspira un poco antes de caminar hacia ella.—Buenas noches.Alicia se estremeció al escuchar la voz ronca de su jefe; apenas sí lo miró antes de contestar al saludo.— Buenas noches, señor.Axel se sentó junto a Alicia mientras jugaba con sus manos sin que las palabras salieran de su boca. Alicia estaba viendo hacia el otro lado; por alguna razón sentía nervios, eran tantos que se avergonzaba que él pudiera escuchar el latido de su corazón que iba a mil
Eran las 8:00 de la mañana y Alicia ya estaba lista; se había hecho una cola alta, traía una falda de flores y una blusa blanca. Al bajar a recepción, vio a Axel esperando por ella. Su corazón pálpitó rápido al sentirse nerviosa; no sabía cómo actuar ante él, si debía darle un beso o tratarlo como si nada. Era una situación complicada para ella. Al llegar frente a él, solo sonrió.—Buenos días, señorita Torres.Él saludó como era su costumbre.—Buenos días, señor.—Entonces, ¿nos vamos? Para llegar temprano a la firma.—Sí, señor, vamos, el auto ya está esperando.Alicia estaba un poco confundida porque todo había sido como antes.Entraron al auto y, durante el viaje, apenas sí se dirigieron la palabra para algunas cosas de la construcción.Al llegar a la oficina, Axel firmó el permiso de construcción sin ningún problema.—¡Listo! Señor, era todo el pendiente que teníamos hoy... Eh, reservaré los boletos de avión para regresar hoy si gusta.—No, ¿acaso olvidó que tenemos una cosa pendi