CAPÍTULO 61. La súplica de un anciano
Nate estaba tan pálido que Blair casi podía asegurar que se desmayaría de un momento a otro. Intentó despejarle la cara con las manos mientras lo hacía sentarse en el sofá y lo obligaba a mirarla.
—Nate, ¿qué es lo que está pasando? ¡Dime qué es lo que está pasando!
Se le estrujo el corazón cuando vio que los ojos de aquel hombre frente a ella se llenaron de lágrimas, porque era evidente que no tenía valor para decir lo que tenía que decir.
—Fue... Fue mi madre, Blair —respondió Nate con voz quebrada y la muchacha se cubrió la boca con las manos, intentando ahogar aquel gemido de sorpresa que la hizo caer en un asiento frente a él.
—¿Que tu madre qué, Nate…? ¿De qué hablas?...
—¡Pensé que la que estaba detrás de esto era Sienna! —exclamó Ranger.
A ver, no era como que el ex soldado jamás hubiera imaginado que Adaline les pasaba toda la información a las arpías aquellas, pero de ahí a ser la cabeza de aquellos atentados... ¡Eso sí que no lo había esperado!
—¿Qué fue lo que pasó? ¡Habla