Narrador
Las palabras de Malcolm aún desesperan más a Tohbías. Tuvo que dejar ir a la hija de puta batallando con todo su autodominio para no clavarle un tiro en la frente.
Por una parte está realmente estupefacto por la noticia del embarazo, es realmente un embarazo normal. Pero la felicidad por eso ahora mismo no llega a sus ojos.
Aún no procesa todo lo que está sucediendo. Una mala sensación le deja un sabor amargo en la boca cuando pasados tres minutos estancado, parado sin decir nada al dejar ir a la desgracia, ahora sale corriendo.
Marca de forma rápida el número de Marco.
—Dime que tienes algo de la ubicación —más que una afirmación es una súplica.
El silencio se extiende desempernándolo más.
—Lo siento Tohbías.
El pelirrojo maldice una y tres mil veces el que Molly se haya quitado esos colgantes que tanto le reitero no quitarse.
Sigue de largo montándose en el primer auto que ve. Acelera pisando fuerte, notando el sudor correr por su frente aunque no hace calor. La ansiedad lo