"Alfa Tor, ¿quieres una mujer lobo tan fea?", dijo Patricio con desprecio.

"Imposible. Nadie en Fittro es feo". Tor sonrió, "Alfa Patricio, sé que tienes buen gusto, así que las empleadas aquí son todas hermosas".

"¿No me crees?". Los labios de Patricio se curvaron en una leve sonrisa mientras sus ojos descansaban en el rostro de Gloria. "Ve a lavarlo".

Gloria estaba a punto de levantarse.

"Arrástrate", dijo Tor desde un lado.

Las manos de Gloria, que estaban en el suelo, se cerraron...

Ella rugió en su corazón: '¡Aguanta! ¡Gloria! ¡Esto no es nada comparado con tres años de prisión!'.

Gloria gateó obedientemente hacia el baño en la habitación privada. Después de lavarse la cara, caminó hacia la puerta del baño y la abrió.

"Una mujer lobo tan débil. ¿Quién dijo que puedes caminar?". Tor miró a Gloria y dijo: "¿Qué crees que deberías hacer ahora?".

Gloria se agachó en silencio y empezó a gatear. Sus piernas estaban dañadas y llevaba mucho tiempo arrastrándose por el suelo. El dolor era