El gran salón de baile del Hotel Westbridge zumba con cámaras intermitentes y sonrisas pulidas. Reporteros, influencers e inversores se dieron vueltas, bebiendo champán y esperando la principal atracción de la noche: la presentación de la próxima iniciativa tecnológica internacional de Blackwood Corporation.
Ava ajustó el cierre de perlas en su cuello e inhaló lentamente mientras Damien alcanzaba su mano.
"¿Estás listo?" Preguntó, en voz baja.
"Debería preguntarte eso", respondió ella, forzando una sonrisa.
Se pusieron al lado del otro, la pareja de poder perfecta. Y esta noche, esa imagen era más importante que nunca.
Las puertas se abrieron.
"¡Sr. Blackwood! ¡Señorita Morgan!»
Una avalancha de flashes casi cegó a Ava cuando entraron en la habitación. La prensa aumentó, y Damien colocó sutilmente una mano en la parte baja de su espalda, guiándola hacia adelante.
"Sonríe", murmuró.
Ella lo hizo.
Se dirigieron a la plataforma de medios, donde esperaban un podio y un micrófono. Cuando D