-¡Quiero una rellena de mora!-anuncio la chica alegre que revoloteaba a su alrededor.
Kaia se estaba divirtiendo más ahora que tenia la libertad de ir a donde quisiese. Pues, habia una gran diferencia entre estar encerrada en una habitación, a estarlo dentro de una gran mansión.
Pero… ¿realmente la habia?
-Toma- se la paso James
-Bendecido sea aquel ser que invento las donas. Seguramente este es uno de los alimentos mas sagrados, cotizados y demandados en su mundo- murmuro anhelante -No puedo creer que mi gente no haya probado este manjar antes.
Para James, ver la expresión de su rostro le dio ternura, a Aiden por el contrario solo le hizo gracia.
-¿De qué te ríes?- indago la muchacha mientras lo fulminaba con la mirada
-¿Qué?- se defendió -Tu das motivos suficientes para reírme de ti
Kaia se concentró, y del vaso que el sostenía en sus manos el agua salto cual chorro empapándole la camisa
-¡ey! ¡ey!- se levantó enseguida apenas sintió el chorro de agua, casi como si de verdad hubier