El verdadero problema llegó una semana después, cuando Maia fue abordada por su manager y el CEO de la agencia de la que era parte.
- Maia nos das un minuto por favor - le pidió su manager Anthon después de una sesión fotográfica
- Claro - Maia los siguió con seguridad y confianza, aunque por dentro se sentía inquieta
- Te hemos pedido que vinieras por que necesitamos hablar contigo sobre tu repentino viaje fuera del país y del que no nos has dicho nada - le explicó el CEO Danthon
- ¿Viajo, cual viaje? - no sabía a lo que se referían
- El que tendrás con tu novio la próxima semana a Asia, cuál más - aclaró su manager
- ¡¿Asia, la próxima semana?! - se sobresaltó - disculpen,