Capítulo 27.4: Escucharse a sí mismo.
―Entonces… Supongo que nos veremos después ―dijo Marco antes de abrazar a su hermana, empujando ligeramente a Dante en el proceso
― ¿Enserio? ―preguntó Bruno emocionado, algo que hizo que Anna arqueara una ceja ante los cambios de humor del pianista
―Pues claro, supongo que estarás pasando tiempo con mi hermana después de todo ―sonrió Marco antes de alejarse
―Eso sin mencionar que ahora son prácticamente cuñados ―murmuró Connor, quien intentó sacar su teléfono discretamente
―Ni se te ocurra ―gruñó Anna
― ¿Qué? ―
―Mi oído se ha vuelto más agudo Con ―dijo ella mirándolo de reojo ―Guarda ese teléfono. No más chismes, menos aquellos que involucren a Bruno ―
―Uh… claro, lo siento… ―murmuró el rubio ―Aunque… creo que puedo hablarlo con Gael, vi que intentó acercarse cuando todo pasó ―masculló antes de correr a las filas donde aún había lobos de Loto de Zafiro
―Increíble ―dijo Anna negando con la cabeza
―Mi niña ¿me estoy perdiendo de algo? ―preguntó Luka
―Es…algo complicado papá ―suspiró An