Los días han pasado y el doctor se desespera, sus ansias de poder tomar a los niños y empezar a experimentar con ADN lo vuelven loco.

Los bebés apenas tienen tres meses pero él insiste en que debe ser ahora. Nadie en su equipo está de acuerdo, consideran que el riesgo en la salud de los cachorros es inminente. Sin embargo, su insistencia es tanta que todos acceden y preparan el laboratorio para comenzar las pruebas.

— Todo listo Doctor, los bebés están cedados. —Comenta con algo de temor el primer asistente.

— Las jeringas preparadas — Comenta la enfermera.

— Comencemos entonces — El doctor está emocionado por iniciar el procedimiento.

De cada bebé hicieron la extracción del ADN, afortunadamente sin riesgo alguno y con la salud de los bebés intacta.

Pesé a los esfuerzos y la delicadeza que se utilizó para realizar las pruebas, no dieron resultados. Fue inútil realizar la práctica, los ensayos realizados por el doctor no rinden frutos y ésto enfurece a Henry.

— Te lo he dado todo,