Elizabeth no había acudido a los Brown en busca de ayuda a pesar de las dificultades que aquejaban a su familia. Creía que aún no era el momento adecuado para que los Brown se enteraran de su altercado con Amaloa.
Sin embargo, Amaloa se le adelantó inesperadamente al contarles el incidente a los Brown. Eso explicaba por qué no la habían invitado en los últimos días.
No había ni rastro de pánico en el rostro de Amaloa mientras lo ignoraba.
Elizabeth consoló a Grace: "No te preocupes, abuela. Déjame manejar esto, ¿de acuerdo?"
El pecho de Grace subía y bajaba rápidamente mientras su sangre hervía. Ethan siempre había sido su nieto favorito. Había sido excepcional desde joven.
Elizabeth finalmente comprendió lo sucedido. Parecía que Amaloa la había implicado en el apuñalamiento que dejó herido a Ethan. Nunca la había imaginado como alguien mordaz e hipócrita, y esa especie de subestimación le costó caro.
Grace se había quedado en silencio, furiosa. Al ver esto, Victoria se acercó a Eliza