Ethan extendió la mano, indicándole claramente a Amaloa que le entregara el teléfono. Alarmada, ella balbuceó: «Cariño, dame cinco minutos para ocuparme de esto. Te lo prometo. Quedarás satisfecho». «Amaloa Evans, pásame el teléfono». Su mirada se intensificó y su tono era amenazador.

"Cariño, me equivoqué. Por favor, confía en mí". Antes, estaba demasiado concentrada en la lesión de Ethan como para atar cabos sueltos, una decisión de la que se arrepintió.

Estaría en problemas si Ethan viera la llamada de Bastian. Sin embargo, se empecinó en exigirle ver su teléfono. Su mano seguía extendida.

Con todas sus fuerzas, finalmente entregó su teléfono. Cuando Ethan se lo quitó, lo agarró del brazo y le suplicó: "Eh, no te enfades, ¿vale? Eres el único, corazón". Luego, cerró los ojos y rezó para sus adentros.

Ethan entrecerró los ojos al ver el identificador de llamadas. Amaloa percibió el cambio de humor incluso con los ojos cerrados.

Cuando abrió los ojos, vio a Ethan levantarse de la cam