Alexandra no podía creer lo que estaba escuchando, y sintió en su pecho una sensación que la hacía sentirse por las nubes, los latidos de su corazón aumentaban con cada segundo que pasaba y estaba segura que en cualquier momento saldría corriendo.
— ¿Qué quieres decir? —pregunta Alex anonadada.
—Quiero que seas mi novia de verdad, sin mentiras, sin tener que fingir frente a cámaras —Nathe le toma el rostro con ambas manos—. Quiero que seas mía, solo para mí.
Alex abrió los ojos como platos y sonriendo lo abrazó, era la primera en vez en su vida que sentía algo por alguien que no fuera su propia hermana o al que creía que era su mejor amigo Steve, y Nath