Mientras Alex y Nathe iban subiendo por el ascensor, una duda le cruzó por la mente a ella, ¿y sí Nathe llega a aburrirse de ella ahora que ha sido suya? Aprieta su mano con fuerza, lo amaba, no quería perderlo, y sabía bien que lucharía por él hasta que ya no pudiera más, Nathe se veía tranquilo, no había ni pisca de nerviosismo en su ser.
—Pensé que iríamos a otra disquera —habla Nathe con el ceño fruncido.
—Hubo una equivocación con los documentos que te mostraron, firmarás el contrato con la disquera número uno a nivel mundial, la mejor, Golden Worl Music —comenta Elisa mientras revisa algo en su tablet.
—Deberías estar agradecido Nath