[SEBASTIEN]
Entro a la casa después del día tan largo y estresante que he vivido y no a causa de la sesión fotográfica; si no por su presencia, y me encuentro con una mesa perfectamente decorada. Las luces están casi apagadas en su totalidad, y tan solo son varias velas las encargadas de iluminar el lugar. Miro a mi alrededor buscándola a ella, pero para mi sorpresa Roció sale de la cocina vestida como una mini mesera de un restaurante.
—Señor, por favor acompáñeme por aquí. — Me dice y no entiendo nada.
—Claro, pero ¿me he perdido de algo? — Pregunto mientras que me indica que me siente al final de la mesa.
—Lo siento, no puede develar esa información. — Explica y luego se va.
Espero pacientemente por algo que ni siquiera sé que es, hasta que de repente su madre aparece vestida con un vestido rojo deslumbrante