Había pasado un mes desde el encuentro de Angie y Jemmy en el hospital.

Esa noche, el aire se sentía más frío de lo habitual. Angie acababa de salir del baño cuando su teléfono celular vibró sobre el tocador. Un número desconocido apareció en la pantalla. La mujer dudó en contestar, pero algo en su corazón le decía que la llamada era importante.

"¿Hola?", Su voz era suave, un poco ronca por el cansancio.

Desde el otro lado, se escuchó la voz de un hombre de mediana edad, grave pero temblorosa. "Buenas noches... ¿hablo con la señorita Angie Nicole?"

Angie frunció el ceño. "Sí, soy yo. ¿Quién habla?"

Hubo unos segundos de silencio. Luego, la voz volvió a escucharse, esta vez más baja. "Soy del Hospital Saint Helena. Queríamos darle una triste noticia... El señor Edward falleció hace una hora."

Angie se quedó paralizada. El mundo pareció detenerse por un momento. "¿Falleció...?", Su voz apenas salió.

"Así es, señorita. Sufrió un ataque al corazón repentino. Hicimos todo lo posible, pero.