Punto de vista de Bruno
No sé lo que me pasa con esa mujer.
Durante los últimos meses creía odiarla a tal punto que ni siquiera soportaba su presencia, y en cambio, todos mis esfuerzos estaban dirigidos a hacerla sentir un ápice de lo que ella me hizo sentir a mí.
En ese sentido, no puedo negar que le hice cosas hirientes, ya que su exceso de atención hacia mí me demostraba que estaba logrando mi cometido, y en consecuencia, me hacía sentir que era yo quien tenía el control.
Pero ahora su actitud es completamente diferente a lo que era hace tan solo unas pocas semanas atrás.
No sé si es su indiferencia ante todo lo que hago, su carácter desafiante, lo engreída que puede llegar a ser, e incluso lo respondona que es, que me exaspera a tal punto de generarme más sensaciones de las que quisiera, y eso me vuelve loco.
–¡De ninguna manera! –exclama Lena con esa mirada de valquiria, dispuesta a matar.
–Lena, necesitamos que Abel esté de tu lado de nuevo ¿o es que acaso quieres que todo esto