CAPÍTULO 20: BESO.
Iván introdujo la llave y, al abrir esa enorme puerta, ambos entraron; el lugar se encontraba un poco oscuro. Él se acercó a un apagador para encender las luces del lugar.
—¿Cuándo piensas abrir el lugar?
Hayami cuestionó mirando a Iván.
—En dos semanas, calculo más o menos; aún me faltan algunas cosas.
Hayami caminó un poco por el lugar observándolo; estaba luciendo muy bien.
—Es lo que veo.
Iván tomó suavemente la mano de Hayami, que se sorprendió al sentirlo, pero solo lo observó extrañada; aun así, no apartó la mano de él. Iván sentó a Hayami en la barra mientras caminaba hacia atrás de la barra.
—Dígame, señorita, ¿qué desea tomar?
—Venimos a trabajar, ¿no?
Iván sonrió ligeramente. Esa sonrisa tan atrayente que en el pasado siempre hacía que ella cediera ante él. Hayami colocó su bolso en la barra.
—¿Qué me recomienda?
Ella recargó sus codos en la barra siguiendo el juego de Iván.
—Para esta dulce dama, algo muy suave.
Hayami comenzó a reír.
—No, dame algo más fuerte.
—Antes tú no