Capítulo 6

-Hasta aquí llego, nos vemos.- Se despidió Naomi de los dos, dejándolos solos.

Sara siguió su camino en silencio, detrás de ella Noah seguía sus pasos en un silencio incómodo.

-Sara, ¿Estás bien?.

-Deja de preguntarme lo mismo, es estresante.

-Tu mano cómo está.

-¿Qué? .-Se detuvo mirándolo.

-Le diste un gran golpe a Marco. Tu mano no debe estar intacta.-Haciendo que Sara suspirara.

-¿Qué eres?¿Mi abuelo?. No me voy a morir por eso.-Se da vuelta de forma molesta y empieza a caminar.

-Por cierto, ¿Por cuántos días te suspendieron?.

-3

-Si quieres, te puedo pasar mis notas.

-Naomi me las pasara.

-Ah, ya veo.-Se quedaron en silencio mientras caminaban. Hasta que cuando sintieron que alguien lo estaba siguiendo y Noah noto a Sara ponerse rígida.-¿Nos están siguiendo, verdad?.

-¿No sé a qué te refieres? .-Aún manteniendo su cara de pocker.

-Te voy a dejar a tu casa.

-No seas molesto, solo vete.-Noah no respondió nada y siguió su camino, después de unos segundos vio que ya no lo estaban siguiendo. Hasta que llegaron a la casa de Sara.-Adios.

-¿No me vas a decir las gracias?.

-No te pedí que me dejaras.-Se dio media vuelta y empezó a subir las escaleras del edificio. Haciendo que Noah suspirara.

El fin de semana pasó rápido para Sara, por el trabajo en la cafetería, ya que tenía su “mini descanso” por su suspensión, pero no tanto, tenía que realizar un ensayo de 5,000 palabras sobre la violencia entre la escuela. En cuanto al misterioso mensaje de texto, no ha aparecido nada nuevo, pero tenía una gran sospecha sobre quién era, en el que aún no le había contado nada sobre ello.

-¿Qué? Sara no me ha pedido nada sobre dejarle las notas de hoy.-Dijo Naomi.

-¿Esta bien si se las voy a dejar? .-Dijo Noah, claramente Sara le había mentido.

-Claro, ve.

-Las tengo, nos vemos.

Sara estaba en el sofá mientras terminaba el ensayo, cuando tocan la puerta. Se le cruzó por la cabeza que no quería atender y por otra, pensó en el autor de aquel mensaje de texto. Desafortunadamente ya no tenía el spray pimienta. Pasaron los minutos y seguía tocando la puerta, se levantó y miró por el pequeño espacio de la puerta hacia afuera y vio a Noah.

-¿Qué haces aquí? .-Dijo Sara al abrir la puerta.

-Hola.¿Cómo has estado? .-Sara no respondió a Noah.-Te traje las notas, Naomi me dijo que fuera dejartelas.

-No las quiero.-Empezó a cerrar la puerta hasta que Noah puso su mano.

-Oye, hablo en serio.-En ese momento Noah puso una cara muy seria. Sara suspiró y lo dejó pasar, le ofreció un té helado, mientras que él aceptó. Se sentó en el sofá y Sara en una silla. -¿Podemos ser amigos?-Noah lo soltó sin pelos en la lengua.

-¿Por qué quieres ser mi amigo? no me agradas.

-Por nada, solía pensar que eras una chica sin sentimientos.

-¿Por qué crees eso?

-Porque eres retorcida.

-Con Naomi y Eilen me basta estar con ellos. ¿Entiendes?. 

-Está bien.-Dijo desanimado.-¿Y qué ha pasado con el persidor?.-Prefirió cambiar de tema

-No sé a qué te refieres con eso.

-Vamos, conmigo no funcionan las mentiras. Te juro que no le diré a nadie.

-¿Por qué confiaría en ti?

-Porque soy alguien que tiene la cara afeminada.-Noah vio a Sara que se le formó una pequeña sonrisa, haciendo que abriera los ojos y de inmediato miro a otro lado.

-Está bien, ¿cómo sabes si estoy diciendo una mentira o no?

-Intentalo, dime algo y lo sabré. -Sonrió.

-Soy lesbiana.-Dijo seria y de inmediato a Noah se le borró aquella sonrisa que tenía anteriormente. Sara se estaba muriendo de la risa.-Por dios, tu cara.

-Esta bien, me pillaste.-Volvió a su sonrisa habitualmente

-No confío en tí, pero igual te lo contaré.-Tomó unos segundos para seguir-Verás...cuando volví del instituto, he sentido que me están siguiendo y está cerca de mi casa. Al principio pensé que yo estaba equivocada, hasta que me llegó este mensaje.-Sara le muestra el mensaje de texto a Noah.-¿Qué opinas?

-Mmm...tiene que ser alguien que conoces.

-¿Cómo?

-Es decir, sabe dónde vives, porque te sigue cerca de tu casa, te manda un mensaje, por lo cual sabe su número también. Quizás te mando desde otro teléfono.-Sara se quedó pensando, las posibilidades de quién es aquel perseguidor ya eran muy altas, pero no pensaba compartirlas a Noah.-¿Tienes a alguien en mente?.

-No, a nadie.-Noah se la quedó mirando y suspiro.

-Es mejor que le digas a la policía, no es normal que pase eso.

-No tengo muchas pruebas.

-Es verdad.-El ambiente se quedó en silencio nuevamente.-Bien, es mejor que me vaya.-Se levantó del sofá haciendo que Sara se levante también.

-Te voy a dejar a bajo.

Bajaron por el ascensor y al salir, notaron que ya se estaba oscureciendo.

-Ah por cierto, mañana es feriado. Así que mañana te espero en el parque oeste.

-¿Qué?, oye...espera.-Pero fue imposible porque se fue lo más rápido.-M****a, que molesto.-Sara mañana tenía trabajo todo el día, ya que precisamente era feriado, por lo cual aumenta la clientela.

-Vamos Sara, más rápido.

-Ya lo sé. 

Ya era mediodía y tanto Sara como Jane eran un infierno. La cafetería estaba llena y el día atareado.

-15 minutos de descanso. Que robo. ¿Cómo puede estar tan lleno? .-Dijo Jane exhausta, mientras tanto Sara no le prestaba atención.-¿Me escuchas?

-Sí, te escucho.

-¿Qué te pasa?-Le pasó una botella de agua.-¿Cansada? .-Sara asintió.

-Oye, ¿Qué pasa cuando dos personas no están de acuerdo en salir?

-¿En una cita? .-Sara asintió.-Veras, si es para una cita no tendría sentido, porque es mutuo, las dos personas tienen que estar de acuerdo y por supuesto tienen que amarse.

-¿Entonces sería solo una salida de amigos? .-Y Jane la miró como si estuviera bromeando.

-Por supuesto que sí. Te tengo que enseñar. Entonces....¿Quién te invitó a salir? 

-No es nadie especial.-Dijo un poco molesta.

-Pero acuérdate, no importa cuán lindo sea, tienes que conocerlo bien, para que no te pase como la otra vez.-Sara le mandó una mirada fulminante.-¿Qué? solo es para cuidarte y también, tráemelo para conocerlo.

-¿Qué eres...mi mamá?.-Rodó los ojos y se retiró

Quedaban los últimos minutos, ya se había oscurecido y la cafetería ya se había calmado. Sara estaba tan cansada que solo quería ver su cama.

-Nos vemos.-Dijo Jane despidiéndose de Sara, ella asintió mientras que se cambiaba el uniforme. Al salir, dirigiéndose a su casa, hasta que se detuvo, la idea que tenía en mente era un poco tonta, ya que se dirigía al parque oeste. Es imposible que aún esté ahí. Los pasos se apresuraron hasta llegar a aquel lugar. Observó a su alrededor, había unas cuantas personas en ella, pero fue en vano, ya que recorrió por todo el parque y no encontró a Noah.

-Soy una idiota.

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