Probablemente cuando escuchó la disputa afuera de la puerta, mezclada con el dialecto local, supo que no era de Riobela, por lo que se atrevió a salir.
Santiago se dio la vuelta, contuvo el desdén en su rostro y dijo en tono ligero: —Acaba de irse.
—¿De qué hablaron?
Juliana no había salido de la ca