Alana se encontraba congelada al tener al frente a la persona que espero jamás ver, aunque en el fondo sabia que si lo vería, pero no espero que justo fuera en este lugar con Arturo esperandola en la mesa
-¿Qué haces aquí? – pregunta esta tajante
-vine por unos negocios, pero no espere encontrarte en este lugar
-vaya! El mundo es muy pequeño por lo que veo
-¿Cómo te encuentras? – la ira en Alana comenzaba a subir de a poco, como carajos tenia el descaro de preguntarle eso luego de como la tiro a la calle como un perro. Alana suelta una carcajada cargada de ironía
-¿ahora me lo preguntas? Definitivamente sigues siendo un idiota – cuando piensa irse es detenida por Adal
-necesitamos hablar – esta se suelta con rabia
-tu ya dejaste muy claro las cosas el día que me votaste de tu vida, y me echaste como un perro de tu casa luego de lo que habíamos pasado. No entiendo como tienes el descaro de pedir eso
- se que sientes rabia hacia mi, lo entiendo, pero debes escucharme
-¡NO ES RABIA! – c