Leónidas
En cuanto nuestro avión llega a España, me comunico a casa de Lucas y al cabo de unos segundos responde Martina su ama de llaves.
—¡Buenos días, Martina! ¿esta mi hijo en casa?
—¡Buenos días, señor Bernal! Sí, pero no está en condiciones de recibir a nadie. —Responde un tanto titubeante.
—¿A qué te refieres con eso?
—Creo que si piensa venir es mejor que lo vea por usted mismo.
—Bien, en una hora llego. —Nos despedimos y subo a la camioneta que ya espera por nosotros, cuando al fin llegamos a la casa de Lucas me quedo impresionado, es sumamente hermosa y elegante por lo que estoy seguro de que cuando la compro para Sophie ya estaba enamorado de ella y pensaba en un futuro formar una familia con ella.
—Si que es hermosa la casa de nuestro hijo y de Sophie. —Comenta Irene en cuanto baja