Dante
Salgo de la habitación para caminar hacia mi despacho que es donde me espera mi amigo. Andriano ha estado actuando muy raro y se que es porque algo le preocupa y se que no es nada bueno.
Una vez, llegó al lugar abro la puerta y lo encuentro caminando de un lado a otro, pero sus pasos se detienen cuando nota mi presencia.-Andriano.-saludo asintiendo levemente.
-Que bueno que has venido estaba a punto de enloquecer.-me dice frustrado.
-Sentemonos.-le pido al tiempo que me siento y el repite mi acción.-¿De qué querías hablar?-le pregunto intrigado por su nerviosismo.
-Me acabo de enterar de algo que me ha dejado desencajado.-me explica moviendo sus piernas en señal de ansiedad.
-¿Y qué es?-le pregunto confundido.
-Tengo un hijo.-me dice provocando que abra los ojos como plato, jamás se me hubiese pasado eso por la cabeza.