«Sofía...»
Sabrina no se lo pudo creer y temblaba de rabia.
«La criada dijo que Luis fue quien trajo a Sofía ayer, así que ella y Luis...»
En ese momento llegó Francisco.
Sabrina se apresuró a ayudar a Sofía a vestirse y cubrirse.
Respirando hondo, ajustó sus emociones y salió.
Francisco se estaba cambiando los zapatos.
—Has llegado. —Sabrina se acercó a él.
Francisco la abrazó, —¿Cómo está Sofía?
—Se tomó sus pastillas y está dormida.
Francisco asintió y fue con Sabrina al dormitorio para verla.
Sofía parecía tener una pesadilla y seguía llamando a Luis.
—Vamos afuera y dejémosla descansar. —Sabrina dijo.
Francisco asintió y salió del dormitorio con Sabrina.
—Todos nos quedaremos aquí esta noche, ¿bien? —Le preguntó Sabrina a Francisco.
No quería dejar a Sofía sola y quería esperar hasta mañana cuando Sofía estuviera mejor la llevara a la Villa Real.
—Bien. —Francisco estuvo de acuerdo.
Francisco quería que Camila trajera las cosas que él y Sabrina necesitaban. Pero S