—¡Mierda!
Sabrina miró hacia los hombres encapuchados que llevaban una pistola en la mano y que entraron corriendo a la cabina de primera clase. Np pudo aguantar la ira.
Ella ya estaba muy enojada cuando se encontró con Francisco, y ahora encima secuestran el avión.
Se sentía demasiada enojada.
¡Tenía ganas de darle una paliza a alguien!
Sabrina sonrió y sacó su mano del agarre de Francisco.
—Ellos deberían temer —le dijo.
Los hombres armados llevaron a los pasajeros al centro de la cabina, las azafatas estaban agachadas con las manos en la cabeza.
Sabrina contó 6 ladrones, todos con pistolas y uno llevaba en la cintura una bomba de humo. El líder con otro de los ladrones fue a la cabina de vuelo, mientras los otros vigilaban a los pasajeros.
Sabrina captó las posiciones de los asaltadores y cuanto estaba planeando estrategias para atrapar a los cabrones, su muñeca fue atrapada nuevamente.
—¡No hagas tonterías!
Francisco la empujó detrás de él, conteniéndola.
Sabrina sonri