Una vez término mi ensalada me pongo de pie para guardar el bol con lo que queda de ensalada en la nevera y tomo el plato para fregarlo ya que no quiero tener nada sucio. Me acerco al fregadero y comienzo a lavar el plato y puedo sentir la mirada de el en mi así que lavo rápidamente lo que ensucie, pero cuando estoy a punto de darme vuelta unos brazos se ponen a cada lado del fregadero impidiéndome caminar
— Nena —dice Mark —perdóname por hablarte así. Yo solo nose que me sucedió
— Me dijiste que no me importa mi bebé —siento otra vez lagrima y me enoja llorar tanto —y eso es mentira
— Por supuesto que lo es. Tú eres la mujer más maravillosa y yo solo soy un idiota —hace una pausa antes de continuar —perdona por no comprender que necesitas tu espació&