Jared
Fuimos a varios sitios y en ninguno encontramos a las mujeres, ellas querían privacidad y se fueron lejos al parecer.
Le dije a los demás que estoy cansado de dar vueltas, que es mejor quedarnos en el próximo lugar al que vayamos.
— Corroboro contigo, Jared. Ya no daremos más vueltas, es hora de seguir disfrutando — me dice Francisco.
— Pues vamos a quedarnos en esa discoteca que se ve muy acogedora— comenta Duvan.
— Hagámoslo, ya es tiempo— les digo.
Entramos al sitio, pero ellas tampoco están en este. Así que, decidimos pasarla bien a pesar de que no están.
Pedimos algunas cervezas, nos ponemos cómodos y disfrutamos bastante. Tanto así que se nos olvidaron las mujeres.
Una hora después nos vamos a casa, dejamos a Francisco en la puerta de su casa y seguimos camino a la mía.
Al llegar me despido de Duvan, tenía ganas de estar a la habitación y ver si Gala estaba, pero esperé un rato más.
Pasado