Capítulo 35: Un grave descuido.
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Cuando Vladimir se alejó de Tatianna y ella abrió su boca dispuesta a hablar respecto a ese beso…
Fue cuando él en ese instante le cubrió con su mano por la boca e hizo un gesto de silencio con su dedo de su otra mano.
Seguidamente ese CEO mafioso hizo otro gesto a uno de los guardias a distancia, que asintió y se marchó.
—¿Sucede algo…? —susurró Tatianna confundida y aún, un poco aturdida.
Él la tomó de la muñeca y comenzó a caminar por ese jardín oscuro mirando a los costados y Tatianna no entendía qué carajos pasaba.
Hasta que…
¡BAM!
Escuchó ella un disparo y se puso pálida.
—¡¿Quién demonios fue?! —preguntó ella alerta, pero para su desgracia bajo ese fino vestido no llevaba ni una sola arma.
Vladimir continuó caminando sin soltar de la muñeca a Tatianna, hasta que quedaron en el sector Sur de la villa, donde había más iluminación.
Pero fue ahí, cuando vieron la sombra de varios hombres a distancia, que parecía los habían seguido y no