Jorge detuvo su acción y su mirada se volvió más clara. Sabía que Yolanda no podía estar dispuesta a ser amable con él sin condiciones.
—¿Te has vuelto loca? ¿Sabes qué posición tiene ahora?
Yolanda había estado en la familia Blanco durante mucho tiempo y estaba completamente ajena a lo que sucedía fuera de ella.
—No me importa su posición. Ella se llevó todo lo que debería haber sido mío: mis padres, mi hijo, mi amor e incluso esa persona...
Aunque hoy era la primera vez que conocía a Hernán, el solo hecho de pensar en ese rostro idéntico al de Rafael, tratando de complacer a otra mujer, llenaba de odio a Yolanda.
Desde que era pequeña, siempre había sido un personaje adorado por todos, pero desde que tuvo relación con Clara, todo lo que tenía lo había perdido debido a ella.
En cambio, la vida de Clara iba cada vez mejor, y Diego la trataba mil veces mejor de lo que lo hacía antes.
Como mujeres, ¿cómo no podría Yolanda sentir envidia y rencor?
—Cállate, su posición no es la misma de a