Un año antes, ella investigó a fondo el origen de Jairo y descubrió que era un hijo ilegítimo.
La persona a la que más odiaba y amaba en su vida era su madre, Elisa.
En su juventud, Elisa era hermosa y quedó embarazada con la intención de atrapar a un hombre rico. Sin embargo, su rostro fue desfigurado por la esposa legítima y Jairo también fue abandonado por su familia.
Desde entonces, lo insultaron y lo llamaron el hijo de una mujerzuela.
Elisa siempre tenía la ilusión de entrar en la familia rica, y su salud mental siempre fue frágil.
Jairo contrató a una niñera para cuidarla, asegurándose de que no le faltara comida ni ropa.
Cada vez que regresaba, solo la miraba desde lejos y nunca se acercaba.
Esto mostraba que tenía sentimientos hacia su madre, pero no podía aceptar su pasado.
Clara ya tenía un plan en marcha. Sabía que su madre iba a una cafetería todas las tardes sin importar el clima para comprar dos tazas de café.
Era fácil hacer que ella tropezara y cayera.
En aquel entonce